La mayoría de las personas conocemos la famosa
historia de “Tarzán”, para quienes no la saben y tengan una pequeña idea, Tarzán
es un personaje ficticio creado
por Edgar
Rice Burroughs. Su primera aparición fue en octubre de 1912, después paso a ser una novela llamada Tarzán de los monos y luego salió en historietas (comics), cine y
televisión; la historia trata sobre un niño llamado John que se perdió juntos
con sus padres en la selva, pero ellos mueren y el niño al quedar solo, es
adoptado por una manada de simios, por esta razón John aprendió todo sobre
estos animales y se convirtió en uno de ellos, columpiándose con las lianas (también
llamadas bejucos) que caen de los arboles de la jungla, es así como comienza su
vida como Tarzán.
Él se columpiaba de un
bejuco a otro, de manera que cuando estaba agarrado de uno, inmediatamente
tomaba el primero que veía, para así poder ir avanzando por la selva y no caer
del árbol.
Este personaje hacía
esto, porque él se creía simio y como tal seguía el instinto de su manada,
agarrar un bejuco y antes de soltarlo tomaba el otro, jamás caer!
No se han fijado que en
la vida hay muchos como Tarzán? Muchos, aunque ustedes no lo crean.
No es malo seguir el
instinto, pero razonar es bueno también, los bejucos o lianas son las
decisiones que tomas en la vida, la mayoría de las veces, decisiones equivocadas,
puede ser una pareja, un empleo, una profesión, etc. Cuantas veces escuchamos
por ejemplo, de personas que tienen parejas toxicas, que les hace daño o que
algunos de ustedes se encuentra en esa situación; y van y se consiguen otra
igual o peor, estas personas viven en lo que yo llamo: MODO TARZÁN
Si, ellos y tú (si es
tu caso), se creen TARZÁN, no sueltan un bejuco hasta que tienen otro agarrado,
el primero que vieron, para no caer, no importa si ese bejuco es peor que el
que tenían, pero ya lo tienen agarrado y no se dan cuenta que se columpian con
una liana en mal estado y la caída puede ser aún peor, pero igual la toman.
La vida es como una
hermosa jungla llena de animales
increíbles (recuerden que los humanos somos animales también) pero también está
llena de peligros, pero no por eso vamos a dejar de vivir en la selva de la
vida, porque si fuimos puestos allí, significa que tenemos la capacidad de
vivir en ella.
Entonces, si este
universo nos pone a vivir en la jungla, ¿por qué tenemos miedo de caer? Porque seguimos
creyendo que debemos ser simios, ser un Tarzán y seguir guindando de ese
bejuco. No crees que si soltamos ese mal bejuco que tienes agarrado, podríamos
ver desde abajo de aquel árbol; algo mejor, mirar con más calma, elegir otro
árbol o simplemente dejar de ser simios y escoger ser otro animal de esta
jungla, una ave exótica, ser un hermoso Tucán por ejemplo.
Los tucanes, son hermosas
aves exóticas, son sociables y suelen posarse sobre los arboles en lugar de
trepar, viven en la selvas húmedas
tropicales y pueden habitar en bajas altitudes, pero también en zonas más
templadas de cordillera de altas altitudes. Por lo tanto, si en lugar de pensar
como simios, de estar en MODO TARZÁN, eligiéramos pasar a MODO TUCAN, podríamos
vivir en cualquier parte de la selva, adaptarnos a cualquier circunstancia, a
no tener miedo de caer, debido a que si somos aves, tendremos siempre la
seguridad que nuestras alas nos van hacer volar.
Muchos dirán, eso no es
tan fácil, porque cuando uno cae del árbol, volver a subir tiene muchas
dificultades. Es cierto, pero recuerden que antes de llegar arriba de aquel árbol, lo hicimos
desde abajo, entonces sabemos hacerlo. Desde que somos unos bebes; vamos por el
piso arrastrándonos para poder desplazarnos y a la medida que nuestras piernas
van agarrando fuerza y equilibrio, empezamos a levantarnos para subir. Todos los
seres humanos comenzamos desde abajo, por supuesto que podemos hacerlo de
nuevo.
Tenemos la capacidad de
volver a empezar, suelta el miedo, suelta ese bejuco del que estas agarrado, porque
si lo sueltas con seguridad, veras que la caída será menor y desde abajo podrás mirar hacia arriba y analizar los errores de esa
mala elección, las faltas que has tenido
en tus pensamientos y descubre que
mereces algo mejor, mereces una mejor pareja, mereces un empleo que te guste,
mereces una mejor profesión, mereces mejores amigos, mereces quererte, mereces
ser feliz.
Decide, es el momento, renuncia a ser Tarzán y convirtámonos en aves de pensamientos libres, donde
podamos cambiar de árbol fácilmente y tener una mayor visibilidad de la jungla.
Quitémonos ese MODO TARZAN
y pasemos a MODO TUCAN. Soltemos ese bejuco que no nos sirve y abramos nuestras
alas para volar en nuestra hermosa selva de la vida!